Estalla la rebelión en Córdoba. Los estudiantes que venían reclamando profundos cambios en la antigua clerical y elitista universidad fundada en la época de la colonia española por los jesuitas, inician una huelga con la toma del rectorado de la Universidad de Córdoba.
Días más tarde, el 21 de junio, la Federación Universitaria de Córdoba hizo público en “La Gaceta Universitaria” el Manifiesto Liminar, redactado por Deodoro Roca, que luego se convertiría en el documento básico de la Reforma Universitaria.
Entre los postulados de la reforma se encontraban:
- La Autonomía Universitaria, tanto en lo administrativo como en lo financiero y lo científico-pedagógico.
- El cogobierno universitario con participación de los estudiantes.
- La extensión universitaria.
- La periodicidad de las cátedras
- El acceso de los docentes a las cátedras por concurso.
- La Reforma se extendió rápidamente por las restantes universidades argentinas (Buenos Aires, La Plata y Tucumán, únicas hasta ese momento, a la que se le sumó la del Litoral al ser creada un año más tarde).
"El acceso del ciudadano a la vida nacional, traído por el Radicalismo, como el acceso del estudiante a la vida de las Universidades, traído por la Reforma Universitaria, son dos índices de un mismo fenómeno, dos formas de un mismo proceso de alumbramiento civil de la conciencia racional, de una misma lucha por la integración orgánica de la nacionalidad. El vasallaje social impuesto por las oligarquías políticas dueñas del poder y de la riqueza, habían consumido nuestro aliento vital, del mismo modo que en el orden educativo, el régimen de tutela mental que ejercieron, sofocaba el porvenir argentino, en los retoños del espíritu naciente". Gabriel Del Mazo, Reforma Universitaria y Cultura Nacional. Editorial Raigal, Buenos Aires, 1955.