Se reúnen en la ciudad de Avellaneda un amplio grupo de dirigentes radicales opositores al unionismo que dirigía la Unión Cívica Radical, para debatir y consensuar las bases políticas para un programa que pudiera dar respuesta a las nuevas realidades sociales, económicas y políticas que el acentuado proceso de industrialización estaba produciendo en la Argentina. Como resultado se da a conocer la Declaración de Avellaneda, un documento histórico que se constituyó en una de las bases ideológicas de la Unión Cívica Radical.
Entre los postulados del documento, que sería la base para la conformación el 1 de noviembre de 1945 en Rosario del Movimiento de Intransigencia y Renovación (MIR), se destaca:
- Reivindicar a la Unión Cívica Radical como "la irrupción del pueblo en la escena política de la Nación"
- Partir de "los ideales de la argentinidad"
- En lo político: reafirmación de la democracia, rechazo de los regímenes corporativos, y defensa del sistema municipal.
- En lo económico: reforma agraria, la nacionalización de los servicios públicos y monopolios, y libertad de inmigración.
- En lo social: legislación protectora de los trabajadores, enseñanza gratuita y laica en todos los ciclos, y defensa de los principios de la Reforma Universitaria.
- Dar absoluta prioridad a la defensa de la intangibilidad de las libertades individuales.
- En lo partidario: depurar la UCR, sostener el compromiso de no dividirla y oponerse a toda alianza con otras fuerzas políticas.
El documento fue elaborado y firmado entre otros por Arturo Frondizi, Ricardo Balbín, Crisólogo Larralde, Moisés Lebensohn, Oscar Alende, Juan Gauna, Raúl Rabanaque Caballero, Arturo Umberto Illia, Gabriel del Mazo, Celestino Gelsi y Francisco Rabanal.