El Senado de la Nación sanciona la ley nro. 16.463 por la cual se establecía una política de precios y de control de medicamentos, congelando los precios a los vigentes a fines de 1963, fijando límites para los gastos de publicidad, imponiendo topes a la posibilidad de realizar pagos al exterior en concepto de regalías y de compra de insumos. La ley fue promulgada el 4 de agosto de 1964 mediante el decreto 3042/65 reglamentando y fijando además la obligación para las empresas de presentar mediante declaración jurada un análisis de costos y a formalizar todos los contratos de regalías existentes.
La norma, popularmente conocida como “Ley Oñativia”, fue elaborada por el Ministro de Asistencia Social y Salud Pública de la Nación Dr. Arturo Oñativia e impulsada por el Presidente Arturo Umberto Illia quien al asumir el gobierno detectó, mediante una comisión especial que analizó la calidad de los medicamentos, que varias fórmulas no contenían ni los ingredientes ni las drogas que decían los prospectos que habían sido presentados para obtener la autorización de venta por el ministerio de Salud, sumado a que el precio de venta de los mismos superaban en más del 1000% al costo de elaboración. Una delegación de los laboratorios visitó Casa de Gobierno y expresó: “Este es un gobierno dirigista que se inmiscuye en la elaboración de las medicinas, cuando somos nosotros, los expertos internacionales, los que debemos ocuparnos de ello” a lo que el Presidente Illia en forma contundente le respondió: “Cada uno de ustedes tiene seis meses para presentarnos una declaración jurada en donde interpreten y afirmen cuál es la calidad de su medicamento y la composición de su costo de producción. Con esa documentación hablamos, mientras tanto los precios siguen congelados”. Los laboratorios jamás elaboraron ni presentaron ningún documento.
Tras el golpe de estado perpetrado el 28 de junio de 1966 muchos consideraron que tanto la Ley de Medicamentos como la anulación de los contratos petroleros que afectaron sensiblemente los intereses extranjeros fueron algunos de los factores fundamentales del derrocamiento del Presidente Illia.