Una guía de trabajo para legisladores y legisladoras municipales, provinciales y nacionales que active un compromiso de trabajo federal con la agenda de género. Desde la Oficina Especializada de Violencia de Género de la UCR sugerimos a las/los candidatas y candidatos legislar con perspectiva de género para mejorar la calidad de la democracia que abran ventanas de igualdad de oportunidades para toda la población.
8 acciones a favor de las mujeres, adolescentes y niñas
En resumen, proponemos las siguientes acciones:
- Vivir sin violencia: Garantizar en todo el país legislación que permita a las víctimas denunciar en forma accesible, segura y confiable. Por un registro único de denuncias que permita seguimiento y evaluación de riesgo responsable.
- Formalizar trayectorias laborales: Romper el círculo de la informalidad de las trabajadoras en casas particulares es sencillo. El blanqueo es una opción segura y económica. Por una campaña nacional a favor del trabajo formal de las trabajadoras en casas particulares.
- Democratizar cuidados: El derecho a ser cuidado debe ser una corresponsabilidad de toda la sociedad no una carga laboral de las mujeres. Modernicemos la legislación en materia de licencias familiares, educación inicial y apoyos para personas con discapacidad y adultos mayores.
- Espacios urbanos amigables: Incorporar en la legislación de Planeamiento Urbano recomendaciones para Ciudades Inclusivas con Perspectiva de Género. Ciudades accesibles, integrales y seguras mejoran la calidad de vida.
- Digitalizar con perspectiva de género: Promover que las mujeres tengan total acceso a la vida digital participando activamente en la creación de contenidos. Logremos espacios virtuales seguros, diversos y sin violencias.
- Prevenir salud con mirada especializada: Incorporar la perspectiva de género en las políticas públicas mejora la calidad de vida de las mujeres, previene enfermedades y reduce muertes evitables.
- Educación continua. Todas alfabetizadas: Cuanto más nivel educativo alcancemos las mujeres más herramientas tendremos para enfrentar la pobreza y ser autónomas. Trabajemos en todas las jurisdicciones por un programa federal de alfabetización con perspectiva de género.
- Compromiso Agenda 2030: A fin de lograr la igualdad entre los géneros y empoderar a todas las mujeres y las niñas de acuerdo a los compromisos del Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 5 sobre “Igualdad de género”.
Acciones y propuestas
#VivirSinViolencia. Garantizar en todo el país legislación que permita a las víctimas denunciar en forma accesible, segura y confiable. Por un registro único de denuncias que permita un seguimiento y evaluación de riesgo responsable
La evidencia de que la violencia por razones de género hacia mujeres, adolescentes y niñas impacta cotidiana y negativamente en la vida de mujeres, adolescentes y niñas es contundente. De acuerdo al Observatorio de la Casa del Encuentro hasta el 31 de julio de 2025 llevamos 127 femicidios, de los cuales solo en 20 casos hubo denuncia previa. Los datos de la Oficina de Violencia Doméstica certifican que en 2024 se registraron 247 víctimas letales de violencia de género, con sólo un 17% de denuncias previas a la muerte, dejando diariamente un importante número de niños y niñas huérfanos. La incidencia de estas muertes que son la punta del iceberg de la violencia, implica numerosas mujeres sufriendo violencia, la mayoría de ellas en sus hogares, numerosos niños y niñas atravesando violencia y en los casos extremos quedando huérfanos sin cuidados parentales.
Proponemos:
- Garantizar campañas permanentes de prevención para que las mujeres, niñas y niños puedan salir de las violencias.
- Legislar para garantizar en todo el territorio nacional oficinas donde se tomen, de forma accesible y segura, las comunicaciones y denuncias de las víctimas, en espacios confiables y especializados y la creación de un registro único de denuncias para seguimiento y evaluación de riesgo.
- Garantizar legislativamente el apoyo de sistemas de alarmas digitalizados para control de la violencia.
- Cumplimentar desde las legislaturas el dictado de la Ley Micaela.
- Promover en las legislaturas municipales, provinciales y municipales la creación de Observatorios de Políticas hacia las mujeres que tengan incidencia en la capacitación, contenidos y control de las políticas y legislación destinadas a prevenir la violencia. Estos observatorios son imprescindibles en un contexto alarmante de reducción de las políticas públicas.
- Hacer cumplir la normativa vigente en las legislaturas municipales y provinciales.
- Promover en todas las legislaturas (municipales, provinciales y nacionales) la sanción de un Protocolo contra la violencia de género.
- Abandonar solo el rol legislativo. Ser legislador/a significa implicarse, por eso, los mecanismos de control hacia las legislaciones vigentes y el involucramiento de las legislaturas en programas comunitarios, ante este discurso decidido a destruir lo público, es imprescindible.
- Apoyar a las mujeres en situación de violencia a través de dispositivos comunitarios donde puedan gestionarse los mecanismos barriales de ayuda.
#FormalizarTrayectoriasLaborales. Romper el círculo de la informalidad de las trabajadoras en casas particulares es sencillo. El blanqueo es una opción segura y económica. Por una campaña nacional a favor del trabajo formal de las trabajadoras de casas particulares
El 77% de las trabajadoras de casas particulares de Argentina no están registradas de manera formal en el sistema laboral, de acuerdo a un informe publicado por la OIT que analiza la situación argentina. Esto se debe, en primer término, a los altos índices de informalidad de las empleadas domésticas y de las cuidadoras en general. Si bien la Ley de Empleadas Domésticas fue un gran avance, menos de un tercio de las que se desempeñan en estas tareas está formalizada, lo que demuestra que su implementación es altamente ineficiente y no ha logrado romper el sesgo histórico y sexista de la informalidad de los trabajos domésticos y de cuidados y de las personas que lo realizan (mujeres en el 97% de los casos).
Qué proponemos:
- Legislar para que los poderes ejecutivos sostengan una campaña permanente para promover la inscripción de estas trabajadoras.
- Legislar para incluir en las encuestas permanentes de hogares la situación de estas trabajadoras. Necesitamos información para legislar y gestionar.
- Incluir en todo nivel formal educativo, carreras, cursos de formación o capacitación laboral un módulo de capacitación para conocer las modalidades de trabajo formal en mujeres que trabajan en domicilio particulares.
- Brindar instrumentos para capacitar a las familias en los beneficios que conlleva blanquear a sus trabajadoras de casas particulares. El trámite es sencillo y económico. Las legislaturas deben involucrarse en generar oficinas estatales de capacitación para ayudar a este blanqueo o formalización. Tanto para asesoramiento de las trabajadoras como de los/las empleadores/as.
#DemocratizarCuidados. El derecho a ser cuidado debe ser una corresponsabilidad de toda la sociedad no una carga laboral de las mujeres. Modernicemos la legislación en materia de licencias familiares, educación inicial y apoyos para personas con discapacidad y adultos/as mayores
Las mujeres dedicamos 3 horas más que los hombres, diariamente, a tareas de cuidado u organización familiar. El cuidado es un derecho humano que no debe recaer unilateralmente sobre la espalda de las mujeres. Democratizar este derecho y convertirlo en una obligación de la sociedad es imprescindible para mejorar nuestra calidad de vida. Además, es una herramienta fundamental para combatir la pobreza del grupo poblacional con más problemas de ingresos, formalidad, educación y perspectiva de futuro, especialmente en niños y niñas de los niveles de ingresos más bajos. “La contribución del trabajo doméstico y de cuidados no remunerado representaría entre un cuarto y un quinto del PIB. El 74% de ese aporte lo realizan las mujeres”. El cuidado es una tarea feminizada, de alta informalidad realizado en su mayoría por mujeres como parte de su actividad diaria. Este derecho humano debe ser garantizado por políticas públicas.
Proponemos:
Para quienes cuidan:
- Promover y controlar el cumplimiento de la ley de empleo doméstico en casas particulares con el fin de incluir al 70% que, en la informalidad, no aportan a su jubilación perpetuando situaciones de precariedad y vulnerabilidad.
- Desarrollar/adecuar programas de capacitación que sean el pasaporte (condición) a sistemas de formalización de empleo. Un salto de calidad para ellas mismas y para el universo de personas que son cuidadas: niños, niñas, personas con discapacidad y adultos mayores.
- Promover al cuidado como una actividad productiva. Generar instrumentos de apoyo a instituciones sociales y pymes que quieran desarrollar su acción productiva dentro del área.
- Promover, a través de esta política, el cuidado del ambiente y de los espacios de cuidado, tal como lo considera la CEPAL en su XV Conferencia regional, una sociedad del cuidado ubica la sostenibilidad de la vida y del planeta en el centro del desarrollo.
Para quienes deben ser cuidados:
- Priorizar los cuidados especializados para niños, niñas y adolescentes.
- Promover a nivel municipal y provincial la creación y apoyo a los jardines maternales. La educación inicial favorece las políticas de crianza, mejora el desarrollo de las infancias, rompe el círculo de la pobreza en los niños y niñas.
- Democratizar los cuidados a través de reformas progresivas y escalonadas de los regímenes de licencias laborales incluyendo a las familias monotributistas.
- Generar espacios municipales y provinciales para ayudar a las familias en el cuidado de personas con discapacidad y adultos mayores como sistemas de apoyo al logro de sus autonomías.
#EspaciosUrbanosAmigables. Incorporar en la legislación de Planeamiento Urbano recomendaciones para Ciudades Inclusivas con Perspectiva de Género. Ciudades accesibles, integrales y seguras mejoran la calidad de vida.
Los espacios urbanos accesibles y seguros con perspectiva de género integran en su diseño y gestión las necesidades y experiencias de todas las personas, especialmente las mujeres, reconociendo las tareas de cuidado y abordando la desigualdad de acceso. Esto se logra mediante una mejor iluminación y visibilidad, transporte público de calidad y seguro, usos mixtos del espacio, rampas y baños adaptados para personas con discapacidad, plazas con buena visibilidad y áreas verdes, baños públicos con espacio de higiene para niños, políticas de seguridad que fomenten la actividad comunitaria y disminuyan la percepción de inseguridad.
Objetivos de la perspectiva de género en el urbanismo:
- Reconocer la diversidad de experiencias: Tomar en cuenta las necesidades específicas de las mujeres, que suelen dedicar más tiempo a las tareas de cuidado y domésticas.
- Prevenir la violencia y el acoso: Implementar medidas de diseño urbano que reduzcan las oportunidades para la comisión de delitos y la victimización.
- Mejorar la calidad de vida: Crear ciudades más justas, sostenibles, inclusivas y seguras para todas las personas.
Proponemos:
- Incorporar en la legislación de Planeamiento Urbano Manuales de recomendaciones para Ciudades Inclusivas con Perspectiva de Género.
Características de los espacios urbanos con perspectiva de género:
- Iluminación y visibilidad: La iluminación urbana y los espacios públicos despejados aumentan la seguridad y disminuyen la percepción de la delincuencia.
- Transporte público de calidad y seguro: La incomunicación del interior de Argentina atenta directamente contra la autonomía de las personas que cuidan para realizar su vida cotidiana. Dotar a los municipios de transporte adecuado con recorridos seguros, accesibles y con buena frecuencia debe ser objetivo de todo municipio y garantizado por las provincias.
- Usos mixtos y vitalidad: Generar y legislar para espacios multiusos que permitan la diversidad de actividades y servicios en un mismo espacio, lo que genera mayor actividad y vitalidad urbana, haciendo los lugares más seguros y promueve la formación de las madres y padres mientras sus hijos se educan, al igual que actividades deportivas y sociales para toda la familia. Promover políticas de apoyo a clubes barriales.
- Accesibilidad universal: Infraestructura para personas con discapacidad, como rampas, puertas anchas, ascensores y baños adaptados. Las ciudades diseñadas para niños, niñas y personas con discapacidad son aptas para todas las personas que viven allí y optimizan nuestra vida diaria.
- Equipamientos específicos: Inclusión de zonas para lactancia y baños públicos seguros y accesibles.
- Espacios verdes y recreación: Plazas y áreas verdes que promueven la integración social y la recreación comunitaria.
#DigitalizarConPerspectivaDeGenero. Promover que las mujeres tengan total acceso a la vida digital participando activamente en la creación de contenidos. Logremos espacios virtuales seguros, diversos y sin violencias
¿Qué es la brecha digital? La desigualdad que existe respecto a las posibilidades de acceso a los conocimientos, dispositivos y conectividad. Es una forma de exclusión en sí misma que además limita el acceso a otros derechos como la ciudadanía en general, el acceso a los servicios públicos, el trabajo de calidad, la educación y la participación.
Principales problemas:
- el acceso significativo a los dispositivos y conectividad.
- el uso significativo de la conectividad digital.
- la participación significativa de mujeres en la creación de contenidos digitales.
En Argentina, la brecha digital más significativa se manifiesta en la velocidad de conexión: siete provincias aún no alcanzan los estándares mínimos. Aunque el 90,4% de la población mayor de 14 años usa dispositivos electrónicos, el 45% de las mujeres conectadas no dispone de computadora propia. Esto limita su desarrollo de habilidades digitales, restringiendo el uso de internet a tareas básicas y dificultando la inserción en el ámbito laboral y en la vida pública. El principal obstáculo percibido por las mujeres es el costo de los dispositivos. Además, el tiempo de uso y los fines de conexión difieren de los de los varones: ellas se conectan menos y mayormente por motivos educativos o laborales, mientras que los varones aprovechan más el tiempo libre y la navegación autónoma. Esta brecha también impacta en el plano económico y profesional: las mujeres participan menos en la banca digital, en carreras STEM y en el sector TIC, lo que reduce su acceso a empleos de calidad y refuerza un entorno digital diseñado bajo lógicas masculinas. Cerrar la brecha requiere políticas integrales que actúen en la educación, el empleo y la seguridad en línea.
Proponemos:
- Alfabetización digital y STEM: ampliar programas de formación tecnológica, garantizando acceso equitativo a habilidades digitales y estimulando la participación de mujeres en carreras vinculadas a ciencia, tecnología, ingeniería y matemática.
- Privacidad y seguridad en línea: legislar para proteger datos personales y prevenir situaciones de violencia digital como acoso y hostigamiento.
- Aplicaciones con perspectiva de género: promover contenidos y servicios que respondan a las demandas y experiencias de las mujeres, desde la estética y el lenguaje hasta la usabilidad.
- Alianzas público-privadas: establecer estándares mínimos de seguridad digital, fomentar certificaciones conjuntas, garantizar dispositivos accesibles y asegurar conectividad de calidad, además de erradicar la discriminación en el sector TIC.
- Poblaciones especiales: contemplar a mujeres rurales y personas con discapacidad, garantizando accesibilidad y dispositivos adecuados.
- Datos de género en tecnología: recopilar y difundir información desagregada sobre acceso y usos de internet para diseñar políticas basadas en evidencia.
La brecha digital no solo limita derechos económicos y laborales de las mujeres, sino que condiciona su autonomía y participación ciudadana. Superarla es un desafío estructural que exige acciones urgentes y sostenidas desde el Estado, las empresas y la sociedad civil.
#PrevenirSaludConMiradaEspecializada. Adoptar el “Modelo de salud basado en la atención primaria con enfoque de género” mejora la calidad de vida de las mujeres, previene enfermedades y reduce muertes evitables.
La pobreza impacta de manera directa en la salud, limitando el acceso a medicamentos, vacunas, agua potable, condiciones dignas de higiene, educación y trabajo formal. A ello se suma la sobrecarga de cuidados, el estrés y el cansancio, que postergan la atención de la propia salud. El sistema sanitario, al mantener una mirada biologicista y androcéntrica, profundiza desigualdades y desconoce las variables sociales y de género que determinan la salud.
Los derechos sexuales y reproductivos aún enfrentan barreras en el acceso real, y políticas como el Plan ENIA —clave en la reducción del embarazo adolescente— han perdido financiamiento, debilitando logros alcanzados.
Las consecuencias son claras:
- Las principales causas de muerte en mujeres son prevenibles (cáncer de cuello uterino, mama, colon-rectal y enfermedades cardiovasculares), todas atravesadas por determinantes sociales y de género.
- En el sector salud, pese a que más del 70% de su fuerza laboral son mujeres, persisten brechas salariales, segregación en especialidades y obstáculos para acceder a cargos de decisión: techos de cristal y pisos pegajosos siguen vigentes.
- El colectivo LGBTIQ+ ve vulnerado su derecho a la salud, con altas tasas de mortalidad temprana en personas trans y múltiples problemas no atendidos.
Proponemos:
- Mirada integral: incorporar factores sociales, ambientales, económicos y de género en las políticas de salud.
- Promoción de hábitos saludables: garantizar agua potable, buena alimentación, actividad física y prevención de factores de riesgo como tabaquismo, obesidad y sedentarismo.
- Reestructuración del sistema: nacional y provincial, incorporando transversalmente la perspectiva de género en la planificación sanitaria.
- Modelo de salud basado en la atención primaria con enfoque de género: territorial, comunitario y centrado en las personas, que garantice accesibilidad, insumos, diagnósticos oportunos y seguimiento adecuado.
- Cuidados en etapas vitales: embarazo, postparto y menopausia deben ser abordados con políticas específicas de prevención y acompañamiento.
- Carrera sanitaria con igualdad: fomentar especialización, ascensos y equidad salarial para mujeres y diversidades, eliminando discriminaciones estructurales.
- Perspectiva de género transversal: integrar salud y género en todas las políticas públicas para garantizar un enfoque integral de derechos.
La salud con enfoque de género no es solo un derecho: es una condición indispensable para la igualdad, la justicia social y la construcción de un país más inclusivo.
#EducaciónContinua #TodasAlfabetizadas. La educación es una herramienta fundamental para que las mujeres alcancen autonomía, enfrenten la pobreza y accedan a mayores oportunidades. Trabajemos en todas las jurisdicciones por un Programa federal de alfabetización con perspectiva de género.
Las estadísticas muestran que el grupo más pobre del país está conformado por mujeres jefas de hogares monoparentales, con hijas e hijos a cargo y sin escolaridad obligatoria completa. La falta de educación profundiza la desigualdad de género en el ingreso: mientras las mujeres con mayor nivel educativo presentan menores brechas salariales respecto de los varones, las que no logran la terminalidad educativa quedan relegadas a trabajos no calificados y peor remunerados. Incluso con similar nivel de informalidad, el ingreso medio de las asalariadas sin descuento jubilatorio es apenas el 70% del de los varones. Las causas de la deserción escolar en mujeres están vinculadas a la maternidad temprana y a las responsabilidades de cuidado de personas dependientes, lo que limita su inserción laboral y perpetúa la transmisión intergeneracional de la pobreza. En este contexto, una estrategia integral de educación con perspectiva de género resulta prioritaria para mejorar las oportunidades de empleo y la calidad de vida de estas mujeres y sus familias.
Propuestas para un programa federal de alfabetización con perspectiva de género:
- Planes de alfabetización municipales y provinciales dirigidos a mujeres en sistemas de cuidado sin primaria completa.
- Terminalidad y certificación educativa de los niveles obligatorios, para mejorar la empleabilidad.
- Capacitación técnico-profesional orientada a empleos formales y mejor remunerados.
- Profesionalización de los saberes de cuidado mediante formación certificada en apoyo y asistencia a personas.
- Articulación entre formación y empleo, promoviendo la inserción laboral real.
- Asesoramiento sobre derechos laborales y sociales, para garantizar formalización y acceso a beneficios.
- Centros de cuidado infantil vinculados a la oferta educativa, que permitan a las mujeres estudiar sin sobrecarga.
Además, es urgente garantizar la implementación plena de la Educación Sexual Integral (ESI) en todos los niveles, como política transversal para reducir desigualdades, prevenir maternidades tempranas y ampliar proyectos de vida. Invertir en educación con perspectiva de género no es solo una política educativa: es una estrategia de políticas sociales para la igualdad y de transformación estructural contra la pobreza.
#CompromisoAgenda2030. Lograr la igualdad entre los géneros y empoderar a todas las mujeres y las niñas de acuerdo a los compromisos del Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 5 sobre “Igualdad de género”
La igualdad de género no solo es un derecho humano fundamental, sino que es uno de los fundamentos esenciales para construir un mundo pacífico, próspero y sostenible. Se han conseguido algunos avances durante las últimas décadas, pero el mundo está lejos de alcanzar la igualdad de género para 2030.
Las mujeres y niñas constituyen la mitad de la población mundial y, por tanto, también la mitad de su potencial. Pero la desigualdad de género prevalece y estanca el progreso social. Comprometerse con la Agenda 2030 es aceptar la responsabilidad de resolver las cuestiones pendientes en materia de igualdad y desarrollo.